¿Cómo vender en crisis?

Les voy a confesar algo, al iniciar este artículo pensé muchísimo en el título, inicialmente se me ocurrió: “Cómo vender tecnología en tiempo de crisis”, pero me di cuenta que esto va más allá, en realidad vender hoy por hoy es más que su significado según el diccionario “dar una cosa a alguien a cambio de una determinada cantidad de dinero”.

“Cómo vender” se convirtió, con el paso del tiempo, hasta en una carrera universitaria; ya no existen solamente vendedores empíricos que aprendieron el método con la experiencia diaria de su trabajo.  En el ámbito de las ventas se desarrollan investigaciones y diferentes conceptos para que se apliquen al proceso, pero finalmente lo que todo comercio busca, sea cual fuere su giro de negocio, son los resultados.

En esta época de fácil acceso a redes sociales, estamos inundados de información de todo tipo, la que no sirve para nada, la que nos sirve sólo para pasar el tiempo y hasta una muy útil que nos enseña algo nuevo y nos motiva a aplicarlo en la vida personal o profesional … Así empezó mi búsqueda y afán por entender todos estos conceptos renovados que nos permitan cambiar el proceso de ventas y mejorarlo.

La realidad que vivimos diariamente está llena de frases como estas: “las cosas están muy mal”, “no hay dinero”, “nadie nos compra”, “el futuro es incierto”, “esperemos que bajen los impuestos”, etc.  El real problema de la crisis es que se vuelve una tendencia comunicacional y se propaga ese estado negativo posicionándose en las mentes, tornando nuestra labor comercial más complicada de lo que ya es.

Para vender en crisis, lo más importante es generar un cambio: uno que empieza por nosotros mismo; el primer paso es hacer un ejercicio de introspección, un autoanálisis para preguntarnos como hacemos nuestro trabajo diariamente, ser honestos e identificar nuestras competencias y fortalezas, pero, sobre todo, nuestras áreas de mejora; mientras no demos ese primer paso lo que hagamos o leamos no aportará nada a nuestra gestión.

Se han dado cuenta que hay personas que usan cargos con nombres en inglés o el típico Gerente de “Algo”, parece que todos hoy en día ya somos gerentes, pero a la final para los que nos desenvolvemos en el área comercial en cualquier ámbito somos eso: VENDEDORES, y nuestras funciones deben caminar con la crisis y trabajar con ella a nuestro favor.

Considero que el error de los vendedores en tiempo de crisis es, primero desesperarse para luego ir al cliente y simplemente decirle que le compre, claramente al cliente le choca que lo busquen para “venderle”, en realidad lo que debemos es entregar una oferta de valor, que no es más que agregarle una emoción positiva y adicional a nuestra venta.

Una persona alguna vez me dijo: “Nos ponemos a llorar o vendemos los pañuelos”, pues en ese entonces y ahora, yo he tomado mi decisión, voy a vender pañuelos.

Volviendo a las lecturas que les comenté antes, encontré varios puntos importantes que podemos utilizar para mejorar nuestro desempeño.

Comencemos haciendo uso de la tan conocida frase: “el cambio depende de nosotros mismo”:

  • Ser positivo: Suena sencillo, pero lograrlo día a día es más complicado de lo que creemos porque es más fácil unirse a la desazón de la crisis que generar un cambio. ¿Cómo logramos que esta positividad mejore nuestros resultados? Bueno, lo primero es dejar de pensar ¿Y si nos dicen que no?  Recordemos que el trabajo aquí es convencer al cliente que nuestro producto es necesario, dar una buena impresión junto con el mejor servicio posible. Entonces el primer cambio es ACTITUD MENTAL POSITIVA lo que debemos entender es que marcar la diferencia entre lo bueno y mejor son los detalles como presencia, vocabulario, empatía, respuestas a tiempo, tener argumentos claros y exactos.

Cuando hay crisis en la economía hay tres alternativas: vendemos algo distinto, vendemos lo mismo a otros clientes o aprendemos a vender diferente.

¡Vamos aclarando, esto de la positividad en realidad es un cambio de actitud y sí!  Se trata de hasta la manera en que contestamos el teléfono, es sumarle a esta acción una emoción.  Puedo en esa llamada preguntarle a mi cliente, por ejemplo, como pasó su fin de semana.  Creo que siempre se acordará del proveedor a quien llamó solicitando un precio y recibió además una sincera preocupación o simplemente una conversación agradable. Recuerde, para vender en crisis: a la acción debemos sumar una emoción (algo de lo que se llama inteligencia emocional, pero será tema de un próximo artículo).

Cuando visitamos a un cliente y quien abre la puerta sonríe y nos llama por el nombre, cuando nos dirigimos a la sala de reuniones y a nuestro paso saludamos con todos los colaboradores de la empresa y reconocen lo que hacemos y donde trabajamos, creo que nuestro trabajo está dando resultados. 

  • Conoce tus clientes no todos pueden comprar lo mismo: Conocer que está pasando dentro de cada cliente nos permite saber cuál es su capacidad y como enfocar nuestro trabajo. No se puede pretender que un cliente golpeado por alguna política fiscal nueva sea prospecto para cambiar de activos, por ejemplo.
  • Volver al método del teléfono: ¿En la época de las redes sociales me dices que tengo que levantar el teléfono con cable y llamar? Pues sí, también se vale llamar al celular.

¡Pero sí! Es necesario como revisamos la mentalidad del cliente está crisis y ocurre que si queremos concertar una cita su ¨modo crisis¨ automáticamente bloqueará su intención de verte por que a la final piensa ¨no tengo nada que comprar¨.

Pero al recibir tu llamada no tendrá salida sino saludarte, conversar de la crisis y entre líneas ofrecer que nuevo negocio pueden revisar y créanme, da muy buenos resultados las cosas que puedes obtener por teléfono.

  • Conocimiento e información: Un concepto básico en ventas habla de que si conoces del producto al 100% te conviertes en la primera opción de tus clientes.  Ellos no te llaman a comprar el producto que vendes, te llaman por algo que no se compra y es la confianza.  Debemos utilizar este conocimiento como diferenciador, cuando esto pasa, rompemos la barrera del precio y no es que el precio deja de importarle al cliente, pero ya no es el motivo principal de su decisión.   La información y el conocimiento que tenemos son valiosos, y mucho más es aprender a canalizarlos para influir positivamente en la decisión de compra de los clientes.
  • Después del cierre:Cuando el vendedor se preocupa y asume al cliente como “suyo” no solo en la preventa y venta sino también en la postventa, deja de ser un cliente ocasional para convertirse en uno regular.  Como dicen por ahí, el cliente satisfecho siempre regresa.

Espero que estas líneas sirvan para replantearnos algunos cambios porque creo que todos los vendedores sabemos ya lo que acaban de leer.

Y que nadie diga luego «tienes un trabajo para mi, así sea de vendedor” cuando en realidad el aérea comercial es el todo de un negocio. Si los vendedores cambiamos nuestra mente de crisis a una de actitud mental positiva para vender más, las empresas donde trabajamos lograrán cumplir sus objetivos, mantener y hasta crecer el tamaño de su operación.

Tienes más ideas o sugerencias para lograr superar los obstáculos que la crisis pone en nuestro camino? Cuéntanos tus ideas de cómo vender en crisis en los comentarios a continuación!